Nuestros dulces medievales son famosos por los efectos beneficiosos para la salud. Antes de que el azúcar de caña apareciera en el siglo XVIII, la miel se usaba para endulzarlo todo. Como no había refrigeradores, los dulces tenían que ser preparados de tal manera que permitiera conservarlos durante mucho tiempo.

Levashí: el dulce misterioso

Ingredientes (para 100 g):

1 kg de bayas o manzanas
⅓ vaso de agua
opcional: ⅓ vaso de azúcar

Preparación:

1. Pon las manzanas o bayas en el horno a una temperatura de 180°C durante media hora.

2. Saca la bandeja del horno y tritura las manzanas o bayas hasta convertirlas en un puré. Mézclalo con el agua (y el azúcar si lo prefieres).

3. Coloca el puré en la bandeja y déjala en el horno a una temperatura de 60°С durante 24 horas.
No te preocupes por no tener la auténtica estufa rusa, el horno moderno también sirve.

4. Corta los levashí en rayas y enrolla los trozos cortados.

Si quieres alcanzar un nivel culinario más alto, pon tus levashí dentro de pequeñas tartaletas llamadas leváshniki. Estas se hornean y se fríen en mantequilla.