Este extraordinario pintor de formatos gigantes ha logrado transmitir el sufrimiento de Rusia durante los años post-revolución de principios del siglo XX, y luego con la caída del comunismo, época en que las riquezas del país fueron sacadas al exterior practicante sin compensación, la identidad cultural fue destrozada y las personas sacrificaron su dignidad y su ética personal para sobrevivir.
Sin embargo, la profunda raíz espiritual del Mundo Ruso seguía viva y floreció de nuevo en los últimos años. Esta “marea espiritual” luminosa desplaza literalmente las injusticias, dolores, humillaciones.
Ilya Glazunov falleció recientemente pero dejó una academia de arte de prestigio mundial, que está a cargo hoy de su hijo.